Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

Lo que hace el Sr. Garrido Estrada, en realidad, es discutir por anticipado el acta de Cádiz, antes de que las elecciones se verifiquen. Yo no he de hacer otro tanto: he de concretarme a contestar a las excitaciones de S.S.

A consecuencia de las excitaciones que hizo el otro día, escribí al gobernador de Cádiz, y éste me asegura que S.S. no está en lo cierto al denunciar los abusos que le oyeron denunciar los Sres. Diputados, denuncia que hoy ha repetido S.S.

El gobernador de Cádiz me asegura que hasta ahora no conoce ninguna infracción de la ley con motivo de las elecciones que han de verificarse en aquella población; y me ha de permitir el Sr. Garrido Estrada que yo dé más crédito a lo que me dice el gobernador, que está presenciando allí los hechos, que a los recortes de los periódicos a que S.S. se refiere, y en los cuales se funda para hacer las afirmaciones que ha hecho; y esto no sólo porque el gobernador me merece naturalmente más fe, sino porque el hecho es que a pesar de la afirmación concreta de S.S. respecto a la renovación de la Junta del censo, resulta que hasta ahora los individuos de esa Junta que se creen destituidos no han recibido el oficio de su destitución. [357]

Es verdad que el Sr. Garrido Estrada teme que lo reciban la víspera de las elecciones; pero a esto ¿qué quiere S.S. que yo le diga?

Ya veremos lo que sucede la víspera de las elecciones; entre tanto, no adelante S.S. los sucesos.

Resulta, pues, que el Sr. Garrido Estrada no concreta realmente ninguna ilegalidad; lo que hace es temer que se cometa. Pues bien, ya procuraremos que esas ilegalidades no tengan lugar; y si se realizan, trataremos de que se imponga el castigo a que se hagan acreedores los que las cometan; entre tanto, por el temor de que la ilegalidad pueda cometerse, no me parece que es cosa de que S.S. alarme al Congreso, y al Gobierno además con esas noticias terroríficas de infracciones de ley.

Pero S.S. teme una cosa que es muy natural. La circunscripción de Cádiz elige tres Diputados y hoy no tiene asiento en la Cámara más que uno, que por cierto es conservador; el Sr. Garrido Estrada teme que los liberales de Cádiz no quieran que la circunscripción de Cádiz esté representada por dos Diputados conservadores y uno liberal. A juzgar por lo que indica S.S., que yo no lo sé, aquellos liberales pretenden sacar los dos Diputados, para que suceda lo que naturalmente debe suceder, y es, que el partido conservador tenga un Diputado, y dos el partido liberal, mientas que S.S. tiene la pretensión de que el partido conservador tenga dos y el partido liberal uno sólo. Yo no me he de oponer a eso, si es que los electores conservadores tienen bastante fuerza para sacar ahora un Diputado más de su comunión política; pero si no la tienen, como el Sr. Garrido Estrada deberá reconocer que no sería justo que obtuviesen ahora otro Diputado, con tanto mayor motivo cuanto que en Cádiz sabe S.S. que en otra elección, y estando el partido conservador en el poder, no sólo no se respetó, como cree S.S. que debe respetarse, el puesto que la ley procura a las oposiciones, sino que se eligieron los tres Diputados conservadores y el partido liberal se quedó sin ninguno. (El Sr. Garrido Estrada: ¿En Cádiz?). En la provincia, porque ya sabe S.S. que eso sucedió en la circunscripción de Jerez. (El Sr. Garrido Estrada: Sí, ya lo sé). ¿Pues cómo se extraña S.S. de que el partido liberal quiera sacar ahora, no los tres Diputados, sino de tres dos?

Pero en fin, en eso no se mete el Gobierno, ni tiene para qué meterse. Si viene mayoría conservadora, el Gobierno se resignará, porque esto probará que el partido conservador tiene la circunscripción de Cádiz tanta fuerza como el liberal. Al fin y al cabo, S.S. es Diputado conservador por la circunscripción de Cádiz? (El Sr. Garrido Estrada: En el puesto de la oposición). Está bien, en el puesto de la oposición; pero el partido conservador no respetó ese puesto en Jerez, que es una circunscripción inmediata a Cádiz.

No tema, pues, el Sr. Garrido Estrada que por parte del Gobierno se cometa ilegalidad alguna, porque no hay para qué cometerla; y en último término, el Gobierno hará lo posible para evitar que se cometan, y si se cometieran, y si se cometieran, ya se castigará a sus autores. No estoy enterado de los detalles que S.S. refiere; el gobernador de Cádiz me asegura que no se ha cometido hasta ahora ninguna ilegalidad y que procurará que no se cometan, y yo debo creer lo que me dice el gobernador. [358]